Tuesday 22 October 2013

Nueva Caledonia: La ciudad de muchas capas.


Nueva Caledonia, la ciudad donde Jarmusch Obliterast vive, lucha y medra, está llena de fuertes sombras y brillantes luces. Los neocaledonianos viven, aman, ríen, aprenden, pierden y mueren sobre una historia forjada en sangre, acero, vapor y secretos. La Ciudad Alta y la Ciudad Baja son dos mundos completamente distintos.

La Ciudad Baja, una vasta red de alcantarillas, catacumbas y cuevas, es el dominio de los hombres rata y los morlocks, dos razas decididas a exterminarse mutuamente, siempre combatiendo en una guerra que no conduce aún a ningún fin claro. Entre el Reino de las Ratas y el Pueblo Caníbal, varios individuos oscuros eligen fundar su hogar aquí, lejos del alcance las autoridades de la Ciudad Alta.

Por otra parte, la Ciudad Alta, o la "verdadera Nueva Caledonia", como les gusta llamarla a los habitantes de la superficie, es donde la mayoría de humanos y otros pueblos viven. Es una ciudad magnífica, y en ocasiones terrible, con sus barrios, tiendas, casas, Palacio Real, ... Una zona debe ser evitada por todos los hombres de buena voluntad: El Barrio de los Perdidos, donde toda la inmundicia mortal, y alguna no tan humana, se ocupan de sus propios asuntos.

Pero Nueva Caledonia es una ciudad que intenta ser moderna, mientras intenta apoyarse en los hombros de sus tradiciones, y ascender hacia un futuro más brillante. La Reina Zafra, aún joven, gobierna sobre la ciudad y el país con mano de hierro, con la esperanza de mantener el orden para mejorar el bienestar de su gente. Interesada en los nuevos avances tecnológicos, Su Majestad trata de erradicar la magia de una vez por todas de las vidas de sus súbditos.

Pero la magia siempre encuentra una camino retorcido para volver a la realidad, de una u otra forma.

Ésta es Nueva Caledonia. Ésta es la ciudad que nunca duerme. Éste es un lugar de vida, muerte, y lo que ocurre entre medias.

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